CLAVES PARA LA REHABILITACIÓN ENERGÉTICA DE EDIFICIOS

Por fin, el 20 de diciembre del 2019 se aprobó en España la actualización del apartado DBHE del CTE donde se definen los parámetros que debe cumplir un edificio para que sea considerado de consumo casi nulo-nZEB.

Las actuaciones necesarias para la rehabilitación energética de un edificio varían en cada caso, siendo necesario realizar estudios pormenorizados y personalizados para cada situación, pero siempre teniendo en cuenta que:

• Consumo energético: cantidad de energía consumida por los equipos de climatización para mantener la demanda energética que pide el edificio. Depende de la eficiencia energética de las máquinas de climatización y de la demanda energética de la edificación.

• Demanda energética: cantidad de energía para un periodo de tiempo que deben aportar los equipos de climatización para mantener las condiciones de confort en un espacio habitable. Depende de las condiciones pasivas de eficiencia energética de la envolvente térmica.

Por tanto, la clave para lograr una adecuada rehabilitación energética en un edificio existente consiste en controlar la demanda energética a través de la mejora de la envolvente térmica del edificio, de forma que se limita las necesidades de energía primaria para alcanzar el bienestar térmico, e incrementar el rendimiento de las instalaciones térmicas, limitándose así la cantidad de energía primaria total consumida y, por ende, de energía primaria no renovable, por los equipos de climatización para mantener la demanda energética que pide el edificio.

Para ello será necesario llevar a cabo algunas de las siguientes actuaciones tendentes a la:

  • Mejora de la envolvente térmica del edificio (control de la demanda energética):
    • Aislamiento de cubiertas, forjados sanitarios, fachadas (con especial cuidado en el tratamiento de los puentes térmicos), etc.
    • Sustitución de las carpinterías existentes por carpinterías estancas con rotura de puente térmico y vidrios dobles bajos emisivos.
    • Implementación de dispositivos móviles de control solar, para evitar el calentamiento no deseado en verano.
    • Mejora de la hermeticidad del edificio. Es necesario reducir las infiltraciones de aire no deseadas que se producen a través de los encuentros entre los diferentes elementos de la envolvente, ya que suponen un mayor consumo energético para la climatización de la edificación.
  • Mejora del rendimiento de las instalaciones térmicas (limitación consumo energético):
    • Instalación de sistemas de climatización y de producción de ACS de alta eficiencia energética.
    • Implementación del uso de energía procedente de fuentes renovables (energía solar, eólica, geotérmica, biomasa, etc.).
    • Implementación de sistemas de ventilación mecánica controlada, con o sin recuperadores de calor

De esta forma, controlando la demanda a través de la mejora de la envolvente térmica del edificio, e incrementando el rendimiento de las instalaciones térmicas, se logra limitar la cantidad de energía consumida por los equipos de climatización para mantener un confort térmico adecuado en el interior de la vivienda.

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